La chirivía o pastinaca, con su aspecto y su color crema por fuera y blanco por dentro, parece una zanahoria descolorida. Su sabor es más rotundo, con un dulce más concentrado y un toque anisado junto con un punto picante muy originales. Desde el punto de vista nutritivo, el algunos aspectos supera a la zanahoria.

La chirivía, era conocía en Europa en tiempo de los griegos y romanos, y desde entonces, se cultivó en todo el continente hasta el punto de pasar a ser un alimento básico para combatir el hambre durante el invierno.

¿Cómo usar la chirivía en la cocina?

La forma más habitual de cocinar con este ingrediente es cocerlo durante aproximadamente 15 minutos, y después hacer con ella cremas, purés o incorporarlo a caldos y/o salsas. Otra manera de cocinarla es cocer sin pelarlas, eso sí tras lavarlas y frotarlas bien y después de su cocción pelarlas.

La chirivía es deliciosa en platos de cuchara elaborados con legumbres y vegetales o con trozos de pollo en general y en caldos en particular.

Otra manera de cocinar la chirivía es como base para platos de carne, por ejemplo, colocando un poco de la crema de chirivías en la base y colocando encima unos tacos de carne roja o unas rodajas de carne asada en el horno. Pero no solo se come esta raíz cocida, sino que también se puede ingerir cruda, salteada o asada al horno.